miércoles, 18 de enero de 2012

¿Que es el exito? / What is success?






E. Amanda Sanchez

Educadora Infantil, aunque en este momento no estoy dedicada a eso y me dedico a los temas del Personal .en MálagaEspaña



¿DE VERDAD SABEMOS QUE ES EL EXITO? Quizás algunos consejos nos lleven alcanzarlo.
presentacion en power point..


http://grupos.emagister.com/documento/_que_es_el_exito_/1289-181243

Manual de educacion emocional (para formadores)





Edgar Molina Santiana

Tecnologia en marketing y publicidad 

E D U C A C I Ó N S E C U N D A R I A O B L I G A T O R I A

I EDUCACIÓN I EMOCIONAL I

II I I I I S II I I II
E D U C A C I Ó N S E C U N D A R I A O B L I G A T O R I A

I EDUCACIÓN I EMOCIONAL I

Propuestas para la tutoría

1

Edita: Generalitat Valenciana Conselleria de Cultura i Educació Dirección General de Ordenación e Innovación Educativa y Política Lingüística Autores: José Luis Blasco Guiral, Vicente Bueno Ripoll, Rogelio Navarro Domenichelli y Daniel Torregrosa Sahuquillo Ofimática: Antonio Arnal Orero Maquetación: José Manuel Blanquer Alcantud ISBN: 84-482-3341-7 Depósito Legal: V-5105-2002 Impreso en: PINILLA-GOMEZ, S.L. 2

Educación Emocional

Presentación
"La Comisión considera las políticas educativas como un proceso permanente de enriquecimiento de los conocimientos, de la capacidad técnica, pero también, y quizás sobre todo, como una estructuración privilegiada de la persona y de las relaciones entre individuos, entre grupos y entre naciones" (Delors, 1996) El informe de la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, La Educación encierra un tesoro, conocido comúnmente como El Informe Delors, presidente de la Comisión, señala que la educación ha de organizarse alrededor de cuatro aprendizajes fundamentales, que serán para cada persona, los pilares del conocimiento a lo largo de la vida: Aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión; aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno; aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas; aprender a ser, como proceso fundamental que recoge elementos de los tres anteriores. Esta visión de la educación es consecuente con las demandas sociales y personales. La sociedad necesita ciudadanos capaces de convivir en demo cracia y esta necesidad se traduce en el ámbito educativo en la educación para la convivencia. Así mismo, es sabido que las personas..

lunes, 16 de enero de 2012

LIDERAZGO EMPRESARIAL


LIDERAZGO EMPRESARIAL
Lic. Andrés Herrera Mejía
Socio Director Servicios Estratégicos Rentables, S.A. de C.V.



De manera recurrente, a nivel global, el clima económico y empresarial es más incierto, eso ha
provocado que en nuestra economía las tasas de crecimiento, en las distintas ramas industriales, se
encuentren estancadas. Algunas empresas, para tratar de salir de este tipo de crisis, entran en una
competencia intensa por los clientes, además de tratar de atraer al mejor talento humano, pero este
camino es desgastante y a la larga no genera grandes beneficios.
Pero las empresas que se han destacando por tener un crecimiento, y por lo tanto sobresalen como
líderes en su sector, son aquellas que han decidido cambiar sus estructuras y estrategias. Pero además,
en la mayoría de los casos, han complementado sus sistemas de trabajo con programas de desarrollo
para que sus trabajadores cumplan con sus metas o estrategias. De ésta forma establecen la vía para el
desarrollo de habilidades y competencias necesarias para la autogestión, lo que les permite contar con
un número creciente de candidatos internos preparados para asumir posiciones de liderazgo. Además,
no debe sorprender el saber que lleguen a contar con programas para que sus líderes experimenten en
diferentes partes de la organización.
Las grandes empresas, las que son catalogadas de vanguardia, gestionan de manera activa su factor
humano, tan es así que invierten millones de dólares anuales en programas específicos para el
desarrollo de sus recursos humanos; son compañías con un enfoque fuerte para mantener una cultura
en la que todos los empleados estén interesados en el crecimiento profesional de manera continua. Y
aunque el resto de las empresas tienen un largo camino por recorrer, la buena práctica mencionada
debiese ser aplicada por todo ellas, acorde a sus capacidades económicas.
Los mecanismos de colaboración de la mayoría empresas que se encuentran en crisis, sino es que
todas, no son nada eficientes. Dos posibles causas de ello es que por un lado no dan una autonomía
real a sus líderes para participar en las decisiones de la empresa y segundo es que difícilmente las
mejores prácticas que llegan a realizar en alguna área no se compartan a través de la organización.
Un problema grave que se vive en las organizaciones poco eficiente es el débil equilibrio trabajo-vida
personal, lo que no ocurre en las empresas que son líderes en su sector, puesto que éstas muestran
flexibilidad y lo promueven. Cualquier empresa que aspire a ser exitosa debe trabajar por mantener
un buen clima laboral, y esto es imposible si el trabajo no se acopla con la vida personal de cada
trabajador.
Es fundamental que las empresas cuenten con líderes fuertes que sean flexibles y capaces de manejar
los cambios dramáticos que se presentan frecuentes, líderes con capacidad de ejecución y
pensamiento estratégico, que logren anticiparse a los hechos y sirvan de inspiración a otros.. Sin
embargo, la mayoría de las empresas cuando tratan de conseguir a este tipo de líderes recurren a la
remuneración y el bono, pero éstos líderes, en el mejor de los casos, les puede ayudar a resolver sus
prioridades a corto plazo pero difícilmente al mediano, y menos, al largo plazo.
Para concluir, en términos generales, podemos asegurar que si una empresa desea alcanzar un
liderazgo tiene que implementar, al menos, las siguientes tres estrategias:
• Promover la colaboración entre sus empleados.
• Ganar valor a partir de la diversidad.
• Construir una fuerza de trabajo sustentable.
Promover la colaboración entre los empleados.
Cuando decimos que es necesario el promover la colaboración entre los empleados nos referimos a
impulsar la participación de éstos hacía la innovación. Pero para que realmente se pueda generar un
clima de este estilo es necesario contar con un sistema de incentivos que recompense la colaboración
de los empleados, lo que permitirá tener una alta probabilidad para el éxito de esta estrategia.
Algo importante a resaltar es que la mayoría de las empresas, que han creado una cultura de
colaboración entre sus empleados, también han experimentado que sus cadenas de valor estén más
integradas, además de que sus estructuras son más horizontales, con lo cual desaparecen algunas
jerarquías, no necesarias, en el interior de las empresas. De hecho, también esto ha generado que se
llegue a desaparecer antiguas rivalidades con proveedores y clientes.
Valor a través de la diversidad.
Una mayor diversidad ayuda a las organizaciones a satisfacer mejor las necesidades y requerimientos
que hoy en día existe en los mercados, y de esta forma, crea valor. No se trata sólo de adaptarse a los
mercados, sino que también a una nueva cultura de los clientes, lo que les permite, a su vez,
desarrollar mejor los liderazgos de sus trabajadores.
Muchas empresas están teniendo una área de influencia cada vez más regional y global, en la medida
que la región crece económicamente, lo que les exige fomentar la diversidad o de lo contrario sufrirán
mucho, ya no tan sólo crecer, sino para sobrevivir.
Sostenibilidad laboral y social.
La tercera estrategia clave de las empresas que deseen desarrollar un liderazgo es que logren construir
una fuerza de trabajo sustentable, es decir, deben contar con líderes que valoren el equilibrio entre el
trabajo y la vida personal, así como la responsabilidad social.
Las compañías que miran al futuro están ampliado la visión de sus responsabilidades hacia las
expectativas éticas de sus propias fuerzas de trabajo, y de las sociedades y entornos en los que operan,
promoviendo esta actitud cuando contratan a nuevo personal.
Lo anterior hay que tomarlo muy en serio ya que los profesionales jóvenes están esperando más de las
organizaciones, quieren que tengan un propósito y un fuerte vínculo con la responsabilidad social y el
trato con el medio ambiente. Ya las compañías están haciendo caso a estas peticiones, de hecho,
utilizan prácticas de responsabilidad social en las contrataciones.
Nota: Artículo publicado en la revista Ser Stratégique, www.serstrategique.com.

http://grupos.emagister.com/documento/el_management_la_alternativa_de_direccion_empresarial/1015-977866

El Management: La Alternativa de Dirección Empresarial


ENTREVISTA SOBRE: EL MANAGEMENT: LA ALTERNATIVA DE DIRECCIÓN EMPRESARIAL.

Andres Herrera

Consultor empresarial internacional. Experto en procesos administrativos y operacionales, con una experiencia de más de 20 años ayudando a las empresas para hacerlas mas productivas y por ende más ren en Distrito FederalMéxico


Entrevista al Lic. Andrés Herrera Mejía, Socio Director de la empresa Servicios Estratégicos
Rentables, con más de 20 años como consultor internacional en gestión de negocios y procesos, que
aparece en la revista empresarial SER Stratégique, www.serstrategique.com
Sabemos de su trayectoria y creemos que has adquirido una gran experiencia de la cual te sirve
para visualizar que deben hacer las organizaciones para poder sobrevivir a las turbulencias
económicas que estamos viviendo. Por lo que me gustaría comenzar esta entrevista con esta
pregunta:
¿Cuál es el principal reto al que se enfrentan las empresas hoy día?
Mira la globalización ha provocado grandes cambios económicos en el mundo entero. Ha
obligado a repensar actitudes, acciones, productos, servicios, en fin casi todo. Y en ese cambio,
los consumidores han adecuado sus actitudes más rápido que las empresas. Han observado
cómo obtener ventajas o beneficios ante la actitud de las empresas que desean brindar mejores
servicios y calidad en sus productos, exigiéndoles que éstos sean mejores cada día, lo cual es
lógico, correcto y beneficioso.
Claro, hay empresas que se resisten a entrar en esa competencia, y cada día tienen más
problemas. Otras han decidido aceptar el desafío pero lo hacen mal. ¡Y este problema lo viven
tanto las Pymes, grandes empresas e incluso algunas multinacionales!
Es por eso que la capacidad de una institución de crear líderes es más importante que la
producción eficiente y bajo costo. Sin un liderazgo emprendedor, responsable y apto, deseoso y
capaz de tomar iniciativa, la institución más exitosa no puede mantener su eficiencia y menos
incrementarla.
Entonces ¿qué tienen que hacer las empresas para enfrentar de la mejor
manera este reto?
La respuesta es el management. Y antes que me preguntes que es el management déjame
explicártelo.
La mayoría de las empresas han definido su misión y tratan de motivar y organizar las energías
humanas a fin de cumplirla.
Definir la misión de la empresa es parte de ser Administrador, pero Gestionar, Motivar y
Organizar los recursos humanos es la parte relacionada con el liderazgo. Ambas, componen el
management.
La verdadera genialidad del Management es convertir la complejidad y la especialización en
rendimiento. El Management es una excelente alternativa, porque se funda en la naturaleza del
sistema industrial y en las necesidades de las empresas comerciales modernas, a las cuales el
sistema industrial debe confiar sus recursos productivos, tanto materiales como humanos.
El management posibilita que haya organizaciones; la buena gestión las hace funcionar bien. A
lo largo del siglo pasado, la administración de empresas transformó la experiencia del trabajo y
multiplicó su productividad, hoy ese camino se esta realizando vía el management.
La tarea de la administración de empresas es construir organizaciones que funcionen. Por esto,
el management importa a todos.
Las organizaciones están cambiando drásticamente y adoptan nuevas formas, pero, sin algún
tipo de organización, nada podría llevarse a término.
Palabras como ejecución e implementación hacen que la administración de empresas parecer
que solo se requiere seguir una receta o cumplir con una serie de órdenes. Los gerentes y
ejecutivos pueden estar normalmente a cargo, pero muy pocas veces controlan otro
rendimiento que no sea el suyo propio.
Es muy interesante todo lo que me acabas de comentar pero entonces ¿por
qué y cómo trabaja la gente?
Para poderte contestar esta pregunta necesito antes explicarte cómo se define el valor de un
producto y como se crea. En sí la creación de valor es el principio que estimula al management
moderno y es su principal responsabilidad.
La misión de la administración de empresas, en primer lugar y por encima de todo, es la
creación de valor.
El valor no sólo adopta muchas formas; proviene de diversas fuentes: de la utilidad de un
producto, su calidad, la imagen que con el se asocia (por la publicidad y la promoción), su
disponibilidad (la facilidad con que se consigue por venta o distribución), el servicio que lo
acompaña.
Mientras más intangible parece el valor, más importante es reconocer que el valor es definido
por los clientes, individualmente. El punto, a la vez sutil y evidente, es que lo que define el valor
no es lo que hacen las organizaciones sino los clientes que compran sus bienes y servicios.
Los clientes no compran productos, compran la satisfacción de necesidades particulares. Esto
significa que lo que valora el cliente a menudo es diferente de lo que el productor cree que
vende.
“¿Cuál es nuestro negocio?”. “¿Quién es el cliente?”. “¿Qué valora el cliente?”. Estas preguntas,
le debería de obligar a mirar, a toda organización, a través de los ojos del cliente.
Los empresarios que tienen éxito siempre lo hacen creando valor para los clientes, aunque
inicialmente lo hagan más por instinto y azar que algo consciente. Pero con el paso del tiempo
las organizaciones (especialmente las grandes) tienden a replegarse sobre sí mismas y a perder
contacto de forma sorprendéntemente rápida con el mercado.
Toda compañía que no maximice el valor corre el riesgo de salir del mercado. Por esto hoy es
más crítico que nunca que los ejecutivos comprendan el proceso de la creación de valor y los
motores del rendimiento óptimo.
Resumiendo, la cadena de valor es la secuencia de actividades y de flujos de información que
deben efectuar una empresa y sus proveedores para diseñar, producir, comercializar, distribuir y
apoyar sus productos.
El día de hoy es fundamental gestionar la cadena de valor ya que permite dejar de ver a las
actividades como un costo y buscar agregar algún incremento de valor al producto terminado.
Además, se requiere considerar al proceso económico como un todo sin que importe quién
realiza qué actividad.
El management permite gestionar la creación de valor ya que va más allá de los límites de la
empresa. Hay que gestionar a través de las fronteras, sean éstas entre la empresa y sus clientes
o entre la empresa y sus proveedores o sus socios, y en verdad esto puede ser tan importante
como la gestión interna.
Cuando las organizaciones miran desde fuera hacia dentro, suelen ver un nuevo mundo de
ofertas innovadoras bajo la forma de soluciones y servicios con valor agregado que apuntan a
las necesidades del cliente y no sólo a venderle productos.
Toda organización exitosa depende en realidad de múltiples jugadores, cada uno de los cuales
define el valor de un modo particular: Los accionistas. Los empleados. Los proveedores.
Y cuando se logra superar este desafío la administración de empresas moderna obtiene que
cada uno de estos jugadores indispensables elijan participar en el sistema que crea valor para
cada uno. Este es el mejor camino que puede trazar una empresa para lograr que sus empleados
trabajen en beneficio de la organización.
Pero entonces si las empresas logran generar un valor a su producto ¿con
eso garantizan que serán exitosas?
La respuesta es NO. Toda organización -sea de la nueva o de la vieja economía, con o sin fines
de lucro- necesita un modelo de negocios viable.
Un modelo de negocio es un conjunto de suposiciones acerca de cómo se desempeñará una
organización creando valor para todos los agentes de que depende, no sólo para sus clientes. En
esencia, un modelo de negocio es una teoría que se pone a prueba continuamente en el
mercado.
La administración de empresas opera a partir de una teoría del negocio, desde un modelo de
cómo va a funcionar el sistema completo. Las ganancias no sólo importan por sí mismas, sino
porque informan si el modelo funciona. Si no consigue los resultados que esperaba, hay que
reformular el modelo.
Cada organización exitosa depende -lo sepan o no las personas que la dirijan- de un modelo de
negocios que cualquier persona sensata puede comprender de inmediato.
Ahora, un buen modelo refleja una buena historia. Un modelo de negocio es la historia de cómo
funciona una empresa. Como todas las buenas historias, un modelo de negocio depende de los
personajes, la motivación y el tema. El tema de un negocio gira en torno de cómo gana dinero.
Los personajes deben estar delineados con precisión y sus motivaciones deben ser plausibles; el
tema debe manifestar una idea sobre el valor.
Perdón que interrumpa, me surge entonces la siguiente cuestión ¿Qué hace
de una buena historia una historia mejor?
Detrás de toda organización exitosa hay un modelo de negocio relativamente simple que puede
entender todo el mundo. En sí, detrás de toda organización exitosa hay un modelo de negocio
que fue revolucionario en su momento.
Un modelo de negocio exitoso es, por definición, un modelo mejor que las alternativas
existentes. Puede ser mejor para un grupo preciso de clientes o puede reemplazar por completo
la vieja manera de hacer las cosas y convertirse así en el estándar que la próxima generación de
empresarios debería superar.
Crear un nuevo modelo de negocio no es tan diferente de escribir un relato nuevo. En cierto
modo todas las historias nuevas son variaciones de relatos antiguos, nuevas versiones de los
temas universales que marcan la experiencia humana. De manera semejante, todos los nuevos
modelos de negocio san variaciones de la cadena universal de valor que hay en todos los
negocios. La novedad de un nuevo modelo de negocio es casi siempre una variación de un
aspecto de una cadena de valor existente.
Después de que una organización ha tenido un éxito espectacular o ha fracasado del mismo
modo, no es difícil inferir su modelo de negocios y ver qué lo ha hecho funcionar o ver las
suposiciones erróneas que lo llevaron al fracaso.
Todo modelo de negocios exitoso presenta personajes claramente dibujados y cuya conducta es
por lo menos verosímil y hasta inevitable. Los modelos que fracasan suelen estar caracterizados
por personajes borrosos y conductas improbables.
Probablemente me equivoque, pero volveré hacer la última pregunta ¿con
eso las empresas garantizan que serán exitosas?
No, la respuesta es nuevamente NO. Creo que es el momento de hablar de un tema muy
interesante también, que es el que habla de la estrategia.
La estrategia es el concepto que atrae más atención y genera más controversia entre todos los
que se refieren a la administración. Casi todo el mundo admite que es importante. Casi nadie
está de acuerdo en lo que es.
La estrategia es crítica para el rendimiento de todas las organizaciones. El pensamiento
estratégico empieza con un buen modelo de negocios que describe las principales relaciones
económicas necesarias para cumplir con un propósito particular de la compañía. Pero la
estrategia va más allá, porque el modelo de negocios no considera algo omnipresente en el
mundo del comercio: la competencia. Tarde o temprano -y por lo general más temprano que
tarde- toda empresa topa con la competencia.
En un mundo competitivo, hacer un buen trabajo de creación de valor es sólo el necesario
primer paso hacia un rendimiento superior. La competencia exige hacer un trabajo mejor que
los competidores. Y hacer mejor, por definición, significa ser diferente. Las organizaciones
actúan mejor -consiguen rendimiento superior- cuando son únicas, cuando hacen algo que
nadie más hace y de un modo que nadie puede copiar.
La estrategia se trata de cómo va a hacerlo mejor para ser diferente.
Las empresas perdedoras en el juego de los negocios -los de bajo rendimiento crónico-, son
empresas que intentan ser todas las cosas para todo el mundo. No han conseguido hallar un
modo de competir que las diferencie.
La estrategia es un arte y una ciencia pero es muy difícil de realizar. La lógica de la estrategia
de negocios es lograr que la empresa logre rendimientos superiores.
Sin una estrategia que de algún modo haga único lo que usted hace, puede que cree mucho
valor, pero la competencia le impedirá subir los precios y se verá obligado a ceder la mayor
parte, si no el total, del valor a los clientes.
Los competidores perspicaces saben que la mejor competencia es que no haya competencia.
Si el juego de la estrategia es sobre ser y seguir siendo diferente, ¿cómo se juega?
Los ganadores mantienen su rendimiento superior durante muchos años, estirándolo de hecho
durante décadas, porque crean valor de una manera que sus competidores no pueden copiar.
Puede que el juego se mueva con mayor rapidez y que las ventajas tengan vida más breve, pero
el objetivo es el mismo: imaginar cómo evitar la competencia, o hundirla, o limitarla, para que
usted pueda obtener ingresos mayores.
La estrategia exige que usted pueda diferenciar lo que hace o cómo lo hace para que de hecho,
o en la percepción de los clientes, se crea que no hay sustituto para ello.
Si una patente es una barricada contra la competencia, una marca es por lo menos un freno. Las
empresas invierten cientos de millones de dólares en la creación de una identidad con una
marca, y de este modo intentan reducir la probabilidad de que los clientes se desplacen a otra
que les ofrece un producto semejante y/o un precio menor. Crean programas de lealtad para
recompensar al viajero frecuente o al comprador asiduo.
En la economía industrial, las barreras contra la competencia perfecta suelen ser físicas: el
cable o la tubería que llega a la casa de cada uno, por ejemplo, o la enorme planta que se
requiere para fabricar un producto.
Una de las barricadas más eficaces contra la competencia pura es un posicionamiento único. Si
este posicionamiento involucra disyuntivas es posible que consiga un poder bastante
permanente. Las disyuntivas son el equivalente estratégico de una bifurcación en el camino:
tomar un sendero implica que no se puede ir simultáneamente por el otro.
Lo que torna tan difícil la estrategia es que ninguna organización actúa en el vacío, Pensar
estratégicamente significa reconocer que el mundo está lleno de gente decidida cuyos objetivos
pueden limitar o desafiar los propios.
El pensamiento estratégico es necesariamente interactivo: reconoce que el mundo está lleno de
rivales y de aliados potenciales, que permite competencia y cooperación. El pensamiento
estratégico es esencial para crear estrategias que puedan durar.
Por ejemplo, ¿a qué debe parecerse una organización?
Durante las dos últimas décadas la mayoría de las empresas han emprendido alguna forma de
reorganización radical, de reestructuración o reingeniería, y muchas (incluso giantes como
ATgT e IBM) han realizado más de una.
La tendencia predominante se opone decididamente a lo grande y a cualquier cosa que pueda
ahogar el espíritu emprendedor. Prácticas como la externalización, el trabajo independiente y la
asociación estratégica ya son las maneras más populares de aligerar las organizaciones
mediante la redefinición de lo que hay dentro y fuera de ellas.
Las organizaciones grandes se han dedicado a reducir plantillas y a disminuir de tamaño y se
han desprendido de unidades completas de negocios para soltar lastre y centrarse mejor en los
objetivos. La creación de valor ocurre más y más entre los puntos de contacto entre las
empresas, no dentro de ellas.
Una práctica del día de hoy es fijar los límites de la organización, y volverlos a fijar. La tarea de
la administración de empresas, transformar la complejidad y la especialización en rendimiento,
requiere que fije tres clases de límites. Primero, los límites de las fronteras, que separan lo que
está dentro de lo que está fuera. Segundo, los límites del mapa de la organización, que
muestran cómo está dividido el conjunto en unidades de trabajo y cómo cada parte se relaciona
con las otras. En tercer lugar están los a veces invisibles pero siempre importantes límites de la
autoridad, que sirven para determinar quién hace qué y cuáles son las reglas de juego internas
de la empresa.
El diseño de una organización está implícito en su estrategia, y tanto es así que muchas veces
resulta difícil deslindar dónde termina la estrategia y donde empieza la organización. Como la
estrategia es dinámica, la organización debe ser flexible. Fijar los límites de una organización es
una lucha continua por permanecer a tono con los problemas que surgen, no una tarea que se
hace de una vez para siempre.
Más que en ningún otro caso, la fijación de los límites depende de lo que la organización
intenta lograr, de cómo intenta hacer mejor las cosas siendo diferente. Una estrategia clara
resulta entonces una especie de borrador del diseño de una organización, configura las
decisiones más básicas acerca de su escala (¿cuán grandes seremos?), su alcance (¿hasta dónde
deben llegar nuestras ofertas y actividades?) y su estructura (¿cómo nos organizaremos?). La
fijación de los. límites de la organización es la respuesta concreta a estas preguntas.
Toda empresa debería de cuestionarse, constantemente, la siguiente pregunta ¿cuáles son las
fronteras de la compañía? Toyota demostró que se puede gestionar eficazmente una cadena de
suministros sin ser su dueño y de este modo gozar de lo mejor de ambos mundos: la
coordinación y cooperación que aporta la jerarquía (es decir, la propiedad) y el poder
motivador, la flexibilidad y la innovación que aporta el mercado.
Trabajar con eficacia más allá de los límites de la empresa requería de nuevas actitudes y
prácticas en su interior.
La frase fabrique o compre surgió en un contexto manufacturero. Era típico que las empresas se
preguntaran si fabricar o comprar cuando se estaban expandiendo. La pregunta era: ¿es el
momento para que lo hagamos nosotros mismos? La pregunta sobre la fuente ahora se ha
invertido y surge en cada paso del proceso de creación de valor. ¿Puede alguien fabricar esto
mejor que nosotros? Y si la respuesta es afirmativa: ¿El resultado será tan bueno que los
beneficios superarán los costos de transacción en que vamos a incurrir? Los costos de
transacción surgen cada vez que dos partes interactúan y se debe coordinar su trabajo..
La externalización está de moda.
Cuando es más barato realizar internamente las transacciones (es decir, dentro de los límites de
la corporación), las organizaciones se amplían. Cuando es más barato realizarlas externamente,
en el mercado abierto, las organizaciones se mantienen pequeñas o disminuyen de tamaño. La
integración vertical pierde mucho de su atractivo a medida que los mercados se vuelven más
eficientes y competitivos y caen los costos de las transacciones.
La administración de empresas considera hoy la cadena de valor desde fuera hacia dentro,
desde el punto de vista del cliente, y busca una configuración que entregue el mejor valor
global sin que importe quién ejecute qué actividad.
En los sectores industriales donde el valor ha emigrado desde cosas físicas a intangibles, la
fabricación -antes una actividad central- puede resultar periférica. Muchas empresas ya no
fabrican los productos que llevan su nombre.
Los mercados eficientes y la comunicación rápida y barata han impulsado a la baja los costos de
transacción y hecho posible, de un modo u otro, una integración virtual en una cantidad
creciente de organizaciones. Cualquier cosa puede ser materia de externalización, desde
funciones administrativas genéricas hasta el proceso mismo de fabricación. En todas partes las
organizaciones están estudiando sus límites, preguntándose qué se puede hacer mejor dentro y
qué fuera. Se están enfocando más y más en los pasos de la cadena de valor que son
estratégicamente importantes, aquellos que convierten en única a cada organización.
No me queda más que agradecerte el tiempo y la explicación tan interesante
que nos acabas de proporcionar. Espero pronto podamos hacerte una nueva
entrevista.
Gracias a ti, y ojalá sea haya entendido y a la vez de utilidad todo lo que les expuse. Hasta
luego.
Lic. Andrés Herrera Mejía Socio Directo de la empresa: Servicios Estratégicos Rentables, S.A. de C.V.,
aherrera@serinsii.com.mx, www.serinsii.com.mx
http://grupos.emagister.com/documento/el_management_la_alternativa_de_direccion_empresarial/1015-977866



sábado, 14 de enero de 2012

TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD INFANTIL..Fanny Vanessa Verano Hidalgo

Fanny Vanessa Verano Hidalgo

TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD INFANTIL
1. Introducción
Los niños son susceptibles a mucho de los trastornos principales que afectan a
los adultos, especialmente a las neurosis y las psicosis.
Los diversos tipos de neurosis tipos de neurosis, a menudo son más difíciles de
clasificar en los niños que en los adultos, no importa que adopten formas
distintivas;
Los principales tipos de psicosis que afectan a los niños son:
Autismo infantil;
Esquizofrenia infantil.
Algunos especialistas en diagnostico consideran que el autismo es una forma
mas temprana de esquizofrenia infantil y opinan que se confunden con los
cuadros clínicos característicos de estos dos desordenes. Otros autores
consideran que el autismo es un tipo especial de retraso mental.
2. Conductas Extrañas o Excéntricas.
Trastorno paranoide de la personalidad.
Las personas que padecen un trastorno paranoide de la personalidad presentan
varias características notorias:
• Sentimientos injustificados de sospecha y desconfianza hacia otras personas.
• Hipersensibilidad.
• Expectativa, sin justificación suficiente de que otras personas explotaran y
dañaran al individuo;
• Una tendencia a encontrar significados ocultos o mensajes amenazantes en
conductas o sucesos inofensivos (por ejemplo, sospechar que un vecino saca
la basura temprano para molestarlo).
Para estas personas es muy difícil tener relaciones estrechas con otras porque
esperan una traición en forma constante.
Los individuos paranoides rara vez buscan ayuda clínica.
Si una situación se vuelve tan difícil que se ven forzados a buscar ayuda (por
ejemplo, si requiere que trabajen muy cerca de otras personas), la labor mas difícil
del terapeuta es traspasar la barrera de la sospecha. También son hipersensibles
a la critica, haciendo que se les dificulte de manera especial, trabajar en puestos
subordinados.
Sienten un fuerte temor de perder la independencia y el poder de dar forma a los
eventos. La simple sensación de ocupar una posición de rango inferior o con
menos poder sería intolerable.
Las personas con trastornos de este tipo, parecen frías, sin sentido del humor,
poco sinceras y mañosas.
Esta características no promueven las relaciones estrechas y satisfactorias; son
reservadas y rara vez intiman con los demás, muchas de sus ideas extrañas
pasan desapercibidas.
A veces, su desempeño es insuficiente porque la preocupación por buscar
motivos ocultos y significados especiales limita su capacidad para considerar y
comprender las situaciones. Cuando surgen problemas, casi siempre se
relacionan con el trabajo, ya que esta es un área en la cual resulta difícil evitar los
contactos interpersonales.
Rasgos clínicos del trastorno de la personalidad de la personalidad paranoide.
Una persona que tiene varias de estas características se puede considerar que
padece un trastorno de la personalidad paranoide .
1. Espera, sin bases suficientes, que los demás lo exploten o dañen.
2. Pone en duda, sin justificación , la lealtad y confianza que puede tener en
compañeros y colegas.
3. Busca significados amenazantes en frases o sucesos inofensivos.
4. Guarda rencores o no perdona insultos o descortesías.
5. Se niega a confiar en otras personas por el temor infundado a que la
información se emplee en su contra.
6. Percibe ataques contra su carácter o reputación que no son aparentes para
otras personas y reacciona en forma rápida con enojo o contraataca.
7. Tiene sospechas recurrentes, sin justificación alguna, con respecto de la
fidelidad de su cónyuge o pareja sexual.
Trastorno Esquizoide de la personalidad.
Las personas que padecen este tipo de trastorno de la personalidad son
reservadas, aisladas, en el aspecto social, y retraídas. Prefieren las actividades
de trabajo y pasatiempos solitarios y carecen de la capacidad para establecer
relaciones cálidas y estrechas. Estos individuos rara vez expresan sus
sentimientos en forma directa.
No solo tienen pocas relaciones con otras personas, sino que además parecen
desearlas muy poco. En cualquier caso, tienen pocas habilidades sociales, a
pesar que sus patrones de lenguaje y comportamiento no son extraños ni
excéntricos. Asimismo, carecen de sentido del humor y parecen alejados de su
entorno.
Los hombres que padecen este tipo de trastornos pocas o raras veces se casan,
las mujeres son más propensas a casarse.
Las respuestas emocionales de los individuos con trastornos esquizoides parecen
más bien insulsas y frías. Las clases de frustraciones que hacen que surjan
expresiones de enojo en la mayoría de las personas, provocan poca hostilidad
observable por parte de estos individuos.
En ocasiones parecen distantes, absortos en sí mismos, con la mente ausente y
no muy consciente ni interesados por lo que sucede a su alrededor.
Como las personas, esquizoides no se sienten molestas por la falta de relaciones
personales, son malos prospectos para la terapia (Akhtar,1987).
Rasgos clínicos del trastorno de la personalidad esquizoide
Una persona que tiene varias de estas características se puede considerar que
padece un trastorno de la personalidad esquizoide.
1. No desea ni disfruta las relaciones estrechas, incluyendo formar parte de
una familia.
2. Casi siempre elige actividades solitarias.
3. Pocas actividades, si no es que ninguna, le provoca placer.
4. Expresa poco, o ningún, deseo de tener experiencias sexuales con otra
persona.
5. Parece indiferente a la administración o critica por parte de los demás.
6. No tiene amigos cercanos ni confidentes (o tiene solo uno).
7. Muestra frialdad emocional, alejamiento y poca variación en sus
emociones.
Trastorno esquizotípicos de la personalidad.
Las personas que padecen este tipo de trastorno, se caracterizan por
excentricidades del pensamiento, la percepción, la comunicación y el
comportamiento.
Estas desviaciones nunca son tan extremas como las que se encuentran en los
casos de esquizofrenia. Aun así, los médicos clínicos en muchos casos sienten la
necesidad de buscar la posibilidad de distorsiones importantes, como el escuchar
voces.
Las personas que padecen trastornos esquizotípicos de la personalidad, como los
individuos esquizoides, son retraídas, con emociones superficiales y carecen de
capacidad para socializar. Los patrones del lenguaje de los dos grupos son muy
diferentes.
Aquellos que muestran un trastorno esquizoide de la personalidad no tiene
excentricidades en el lenguaje, a pesar que quizá no cuenten con habilidades
sociales.
Por otra parte, aquellos individuos que padecen un trastorno esquizotípico de la
personalidad no se dan a entender, ya sea porque emplean palabras y frases
poco comunes o porque utilizan palabras de uso común en forma extraña.
También son propensos a expresar sus ideas de manera confusa.
En ocasiones, cuando están estresados, su pensamiento se deteriora y expresan
ideas que parecen ilusorias. Estas características cognitivas y perceptuales son
quizá lo más importante para distinguir el trastorno esquizotípico de la
personalidad de los trastornos limítrofes o fronterizos y esquizoides de la
personalidad.
El comportamiento de las personas que padecen un trastorno esquizotípico de la
personalidad puede llegar a ser extraño. Gran parte del tiempo parecen ser
suspicaces, supersticiosas, y reservadas
Rasgos clínicos del trastorno de la personalidad esquizotípica
Una persona que tiene varias de estas características se puede considerar que
padece un trastornos de la personalidad esquizotípica.
1. Ideas de referencia (la creencia que la conversación, las sonrisas u otras
acciones de la gente se refieren a uno mismo).
2. Ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiaridad y tiende a
relacionarse con temores paranoides en lugar de juicios negativos.
3. Creencias o pensamientos extraños de que tiene poderes mágicos (por
ejemplo, “otras personas pueden experimentar mis sentimientos”).
4. Experiencias perceptuales poco comunes que incluyen ilusiones corporales.
5. Lenguaje y pensamientos extraños (por ejemplo, muy vago, circunstancial,
demasiado elaborado).
6. Ideas paranoides o suspicacia.
7. Comportamiento o apariencia extraña o excéntrica( gesticulaciones poco
comunes, hablar consigo mismo, lenguaje extraño).
8. No tiene amigos cercanos ni confidentes (o quizás solo uno ) que no sean
familiare, sobre todo debido a la falta de deseo de contacto, la incomodidad
constante con los demás o excentricidades.
9. Afecto inapropiado o restringido (frío, restringido, etc.)
Las personas con trastornos paranoides, esquizoides y esquizotípicos de la
personalidad tienen en común un grado de alejamiento social y manifiestan
comportamiento “extraño” o idiosincrásico que se puede observar en forma
mucho más extrema esquizofrenia. El trastorno paranoide de la personalidad
centra la atención en la sospecha y desconfianza hacia los demás; el trastorno
esquizoide de la personalidad en la preferencia por las actividades solitarias, sin
que necesariamente haya distorsiones en las percepciones de la realidad; y el
trastorno esquizotípico de la personalidad se enfoca hacia la excentricidad y las
distorsiones cognitivas-perceptuales.
Los criterios para el trastorno de la personalidad esquizotípica se refiere a
molestias persistentes en la percepción y conocimiento de la relaciones entre uno
mismo y los demás. Estas alteraciones no se limitan a lo periodos de estrés; estan
presentes casi todo el tiempo.
3. Conductas dramáticas, emocionales o erráticas.
El primer grupo de trastornos de la personalidad, que acabamos de revisar, se
compone de individuos con un comportamiento de aislamiento. La segunda
categoría comprende a las personas que buscan atención y cuyo comportamiento
con frecuencia es muy notorio y bastante impredecible.
Trastorno de la personalidad histriónica.
Para los sujetos que padecen este tipo de trastorno de la personalidad, lograr la
atención de los demás es una prioridad; en las relaciones interpersonales, casi
siempre representan un papel, como “la estrella” o “ la víctima”.
Estas personas le parecen a los demás vanidosas e inmaduras y tienden a hablar
en forma dramática, exagerada y efusiva.
Esta clasificación se emplea en los casos que presentan una expresión
exagerada de las emociones, relaciones interpersonales tormentosas, una actitud
egocéntrica y manipulación. La manipulación tal vez se manifieste en rasgos,
amenazas o intentos suicidas, así como en otros comportamientos para atraer la
atención, como males fisicos dramáticos. Los pacientes histriónicos generalmente
solicitan la atención de los terapeutas debido a una sobredosis de droga u otra
forma de intento de suicidio.
Los individuos histriónicos casi siempre reaccionan demasiado rápido ante las
situaciones que requieren de algún análisis y reflexión. No siempre centran su
atención el tiempo suficiente para percibir los detalles de una situación y, como
resultado de ello, tienden a responder con generalidades que tienen un matiz
emocional.
Cuando se pide a las personas que tienen una personalidad histriónica que
describan algo, casi siempre responden con impresiones en lugar de realidades.
Los individuos con este tipo de trastornos muy seguidos operan con base en las
corazonadas y tienden a detenerse ante lo obvio.
No sólo son susceptibles a sugestionarse y a dejarse influenciar por la opinión de
los demás, sino que además se distraen con facilidad. Es fácil captar su atención,
pero también es muy sencillo que ésta cambie de dirección. De modo que su
comportamiento tiene una calidad dispersa. Estos problemas de atención también
llevan a que las personas histriónicas parezcan increíblemente ingenuos ante las
cosas triviales.
Las personas con este trastorno de personalidad no se sienten amadas y, tal vez
reaccionen ante este sentimiento, al tratar de hacerse sexualmente irresistibles.
En particular las mujeres visten y se comportan en forma seductora, aunque en
realidad no desean una actividad sexual intima. Las mujeres son más propensas
que los hombres a que se les diagnostique como histriónicas.
Rasgos clínicos de los trastornos de la personalidad histriónica
Una persona que tiene varias de estas características se puede considerar que
padece un trastorno de la personalidad histriónica.
1. Expresiones de emociones que cambian con rapidez, pero son poco
profundas.
2. Se preocupan demasiado por el atractivo físico.
3. Apariencia o comportamiento demasiado seductores.
4. Se siente incómodo cuando no es el centro de atención.
5. Lenguaje en exceso impresionista, carente de detalles.
6. Es intolerante o se frustra en exceso ante situaciones que no funcionan
precisamente como lo desea.
7. Considera que las relaciones tienen más intimidad de la que en realidad
tienen.
8. Expresiones exageradas de emoción con mucha dramatización.
Trastorno de la personalidad narcisista
La palabra “narcisismo” proviene del mito clásico acerca de un hombre joven,
Narciso, quien se enamoró de su reflejo en un estanque. Como nunca pudo asir
su propia imagen, se desesperó y murió de angustia.
Las personas con este trastorno tienen un sentido exagerado de su propia
importancia o singularidad y pueden pasar por horas fantaseando acerca de sus
éxitos, belleza y poder.
Las personas que lo padecen son incapaces de comprender cómo se sienten los
otros; si se le critica, desprecia o ignora, puede reaccionar con una fría
indiferencia o sentir rabia, humillación, etc.
Rasgos clínicos del trastorno de la personalidad narcisista.
Una persona que tiene por lo menos cinco de estas características se puede
considerar que padece un trastorno de la personalidad narcisista.
1. Sentido exagerado de la importancia de sí mismo, exageración de los logros y
talentos personales y necesidad de que los demás reconozcan su
superioridad.
2. Fantasías de éxito, poder y belleza ilimitados.
3. Sentido de la condición de especial y único que pueden apreciar sólo otras
personas o instituciones especiales o de alto nivel (por ejemplo, los
patrones).
4. Requiere de admiración y atención excesiva.
5. Sentido de acreditación, espera un trato especial favorable o el cumplimiento
automático de las expectativas personales.
6. Explota a otras personas, se aprovecha de ellas.
7. Carece de simpatía por las necesidades y sentimientos de otras personas.
8. Con frecuencia siente envidia de los demás o cree que los demás lo envidian
(se resiente por los privilegios o logros de aquellas personas que considera
menos especiales o merecedoras).
9. Comportamiento o actitudes arrogantes y altaneros.
Trastorno de la personalidad limítrofe o fronteriza.
Este se reconoció oficialmente como un diagnostico en 1980. Desde ese
momento, la categoría limítrofe o fronteriza se ha empleado con tanta frecuencia,
que 20% de los pacientes psiquiátricos reciben este diagnóstico y se calcula que
ocurre entre tres y cinco por ciento de la población general(francés y
Widiger,1986).
Los comportamientos autodetructivos se conocen como la “especialidad
conductual” de aquéllos que tienen el trastorno de la personalidad limítrofe o
fronteriza.
La autodestrucción es la característica de los individuos con personalidad limítrofe
o fronteriza que genera más problemas para aquellas personas que tratan de
ayudarles.
Las personas con este tipo de padecimiento reaccionan de maneras excesivas,
pueden estallar en cólera al percibir un desaire o una critica.
Cuando se trastornan emocionalmente emocionalmente, sienten desintegrarse y
son incapaces de pensar de una manera lógica para solucionar un problema.
Con frecuencia se sienten vacíos y aburridos y “desintegrados” y buscaran
sensaciones extremas para sentirse “íntegros” o sentir algo. pueden cometer
excesos (ingiriendo comidas, fármacos) por consuelo, lo que con frecuencia
resulta en una espiral descendiente de estrés, presiones económicas y fracasos.
Paradójicamente, no soportan estar solas, aunque su conducta hace imposible
que mantengan relaciones duraderas con los demás.
Pueden cambiar de un estado de animo normal a la depresión, irritabilidad o
ansiedad que dura varias horas y después desaparece.
Trastorno de la personalidad antisocial
Este se relaciona con el crimen, la violencia y la delincuencia.
Las características esenciales de este trastornos incluyen antecedentes de
trastorno de la conducta a nivel crónico. Este comportamiento empieza antes de
los 15 años y continúa durante la edad adulta.
En algunos de los comportamientos siguientes, se pueden encontrar evidencias
de un trastorno de la conducta antes de los 15 años de edad:
• Haraganería;
• Suspensión de la escuela;
• Arresto;
• Huir de casa;
• Decir mentiras;
• Participar en relaciones sexuales;
• Consumir alcohol, tabaco, u otras drogas no prescritas, en una edad muy
temprana en comparación con sus compañeros;
• Robo;
• Vandalismo;
• Participación en peleas;
• Y violación de las reglas de la casa y la escuela.
El patrón de comportamiento irresponsable o antisocial después de los 15 años
incluye varias de estas características:
• Inestabilidad para conservar un registro de trabajo consciente;
• Actos antisociales repetidos, como robar, destruir una propiedad, y molestar a
otras personas;
• Peleas o agresiones repetidas;
• Fracaso para cumplir con las obligaciones económicas;
• Fracaso para planear con anticipación;
• Imprudencia, sobre todo al manejar;
• Malos tratos o descuido de los hijos;
• Promiscuidad sexual;
• Y ausencia total de remordimientos al dañar a otras personas.
Desde el punto de vista de la psicología anormal, las propiedades que definen las
personalidades antisociales no son los actos particulares que realizan (por
ejemplo, robar un Banco o asaltar una tienda), sino la concepción tan arraigada
que tiene de la vida.
Parece que siempre participan en un juego en el cual los demás individuos existen
como piezas que se pueden manipular y utilizar y, es la participación en este
juego la que lleva a las personas a tener problemas con la ley.
En un aspecto más negativo, los individuos pueden ser crueles, sádicos o
violentos. Casi nunca demuestran ansiedad y no se sienten culpables.
Los rasgos que mostramos en el cuadro a continuación sobre la personalidad
antisocial, provocan dificultades obvias en las relaciones interpersonales debido a
la insensibilidad que presentan los individuos afectados por este tipo de trastorno,
la incapacidad de establecer lazos significativos y duraderos con otras personas y
la negligencia hacia las normas sociales.
Rasgos clínicos del trastorno de la personalidad antisocial
Una persona que tiene varia de estas características se puede considerar que
padece un trastorno de la personalidad antisocial.
1. Desenvoltura, superficialidad.
2. Egocentrismo, aire de grandeza.
3. Falsedad, manipulación.
4. Carencia de remordimientos.
5. Carencia de simpatía.
6. Impulsividad.
7. Irresponsabilidad.
8. Enojo y frustración.
9. Antecedentes de problemas conductuales persistentes, variados y serios
como niño y adolescente.
10. Comportamiento antisocial en la edad adulta.
4. Conducta ansiosas o temerosas
Los trastornos que pertenecen a este grupo comparten muchas características
con los trastornos de la personalidad que ya describimos. Los que los hace
diferente es que cada uno de estos trastornos tienen un componente importante
de ansiedad o temor.
Trastorno de la personalidad evitativa
Este se caracteriza por baja autoestima, temor a la evaluación negativa y una
abstinencia conductual, emocional y cognoscitiva de la interacción social. En la
terapia, las personalidades evitativa expresan poco afecto, aceptación y amistad.
El temor al rechazo desempeña un papel clave para que estas personas se alejen
de las relaciones personales. No establecen una relación a menos que la otra
persona les ofrezca una garantía poco común de aceptación sin critica.
El conflicto que experimentan es por desear afecto y, al mismo tiempo, dudar de la
aceptación que tendrán por parte de los demás. No parecen ser capaces de
liberarse de la creencia de que cualquier intento de amistad terminara en dolor y
desilusión.
Están atrapados entre el deseo del contacto humano y el temor que éste le
provoca.
Los individuos que padecen este tipo de trastorno parecen tímidos y aislados, y
quizás también fríos y extraños, para aquellas personas que tienen un contacto
superficial con ellos.
Un mecanismo de control que los individuos con trastorno de la personalidad
evitativa, son propensos a utilizar la hipervigilancia.
Evalúan en forma continua todos sus contactos con los seres humanos para
encontrar señales de decepción, humillación o reacciones negativas. Como
resultado de ello son capaces de detectar el más mínimo rastro de indiferencia o
molestia, hacen tormentas en un vaso de agua.
Sin embargo está técnica de revisar continuamente el entorno, es autodestructiva
porque aumenta la probabilidad de que encuentren la clase de respuesta negativa
que esperan.
Las personas con este tipo de trastorno, tienden a exagerar los peligros
potenciales de ciertas situaciones; por ejemplo, suelen negarse a utilizar
autobuses o cualquier otro tipo de transporte público aunque otros individuos no
duden de su seguridad.
La vida de las personas que sufren este tipo de trastorno, esta controlada por el
temor a parecer absurdo o sentirse avergonzado.
Una consecuencia desafortunada de este retraimiento para el contacto con los
demás y las experiencias nuevas, es que les queda más tiempo para preocuparse
por sus propios pensamientos y para recordar experiencias dolorosas anteriores.
Rasgos clínicos del trastorno de la personalidad evitativa
Una persona que tiene varias de estas características se puede considerar que
padece un trastorno de la personalidad evitativa
1. Se anticipa y preocupa por lo que lo rechacen o critiquen en situaciones
sociales.
2. Tiene pocos amigos, a pesar que desea tenerlos.
3. No está dispuesto a involucrarse con la gente a menos que esté seguro de que
va a agradar.
4. Evita las actividades sociales o de trabajo que comprenden un contacto
interpersonal significativo.
5. Inhibe el desarrollo de las relaciones intimas (a pesar de que las desea) por el
temor a parecer absurdo, al ridículo y a sentirse avergonzado.
6. Posee poco valor personal porque percibe en si mismo falta de aptitudes
sociales y de cualidades de atractivo personal.
7. Por lo general, se niega a participar en situaciones o actividades nuevas por el
temor a sentirse avergonzado.
Trastorno de la personalidad dependiente
Las personas que presentan este trastorno de la personalidad presentan dos
características básicas:
1ro. - Permiten en forma pasiva que otras personas tomen todas las decisiones
importantes en su vida porque no tienen confianza y se sienten incapaces de
funcionar de manera independiente.
2do. – Para asegurarse de que no perderá su posición dependiente, someten sus
propias necesidades a las necesidades y demandas de otros.
Las personalidades dependientes temen a la separación y tienen una necesidad
excesiva de que alguien se preocupe por ellas. Como consecuencia de ello, son
sumisas y demasiado apegadas.
Los individuos dependientes tratan de volverse tan complacientes que nadie sería
capaz de abandonarlos. Son retraídos, siempre complacientes y tratan de
congraciarse en forma continua. Si se les deja solos, se sienten vacíos, en
extremo ansiosos e incapaces de funcionar.
Los individuos dependientes creen que deben actuar con sumisión y obediencia
con el objeto de conservar a las demás personas. También se comportan de
manera afectuosa y con admiración por sus protectores.
Las causas de los trastornos de la personalidad dependiente no están claras. Una
posibilidad es que los individuos dependientes tienen padres sobreprotectores
que les hicieron la vida tan fácil cuando eran niños que nunca aprendieron
habilidades para el afrontamiento.
Algunos teóricos sugieren que los niños dependientes estaban unidos de manera
insegura a su madre o a las personas que los cuidaban, o bien, que no tuvieron
relaciones cercanas con otras personas durante la niñez.
Hasta el momento, ambas ideas son hipótesis interesantes pero no
comprobadas.
Rasgos clínicos del trastorno de la personalidad dependiente
Una persona que tiene varias de estas características se puede considerar que
padece un trastorno de la personalidad dependiente.
1. Es incapaz de tomar las decisiones sin la asesoría y seguridad excesivas por
parte de otras personas.
2. Permite o alienta a los demás para que tomen decisiones importantes en su
vida (por ejemplo, para casarse, donde vivir, tener hijos).
3. Tiene dificultad para expresar su desacuerdo con otras personas por el temor
a que se enojen o pierda el apoyo.
4. Tiene dificultades para iniciar actividades en forma independiente debido a la
falta de confianza en el juicio o las habilidades personales.
5. Hace cosas excesivas para obtener aceptación y apoyo de los demás.
6. Se siente incómodo o indefenso cuando está solo debido a un temor
exagerado a ser incapaz de cuidarse a sí mismo.
7. Cuando termina una relación estrecha, busca de manera indiscriminada otra
relación que le ofrezca aceptación y apoyo.
8. Con frecuencia se preocupa por el temor a tener que cuidar de sí mismo.
5. Trastorno de la personalidad obsesivo – compulsivo
Este trastorno de la personalidad es similar al trastorno de la ansiedad obsesivo –
compulsivo, pero ambos trastornos son diferentes.
Los individuos que padecen el trastorno de la personalidad O.- C. son rígidos y
limitados en su comportamiento, pero no muestran un pensamiento obsesivo que
parezca llegar al consciente, tampoco participan en la clase de rituales
irracionales que realizan las personas con trastorno de la ansiedad obsesivo –
compulsivo.
Los individuos con el trastorno de la ansiedad consideran que su comportamiento
es inadaptado y perturbador, pero no pueden dejar de comportarse de esa
manera.
Las personas compulsivas se han descrito como “maquinas vivientes”
(Reich, 1933, 1949).
Como dijo un paciente su vida era como “un tren que funcionaba con eficiencia y
rapidez, jalando una carga sustancial, pero sobre unas vías equivocadas”
(Saphiro, 1965).
Un trastorno de la personalidad O. C. tiene varias características. Una de éstas es
la falta de habilidad para expresar muchas emociones cálidas y tiernas. En vez de
ello, una persona que padece este trastorno parece rígida, formal y seria en
extremo.
El perfeccionismo extremo también es un problema porque se centra en los
detalles pequeños y en la elaboración de normas en lugar de en la realización del
trabajo. Esta firmeza lleva a una incapacidad para percibir el “panorama
completo”.
Las personas que padecen este trastornos centran su atención en las normas y la
limpieza y quizá se sientan molestas por cualquier cosa que esté fuera de lugar.
También es típica una concentración excesiva en el trabajo y la productividad.
Incluso el placer se convierte en trabajo.
Este trastorno también se caracteriza por la indecisión, estos individuos tienen
grandes dificultades para tomar decisiones porque se pueden equivocar. Su
incapacidad para tomar decisiones puede llegar al extremo que pueden lograr
relativamente poco.
Su placer proviene de planear un trabajo, no de hacerlo.
Un individuo que padece el trastorno de la personalidad obsesivo – compulsivo,
por lo general acude al tratamiento sólo cuando se ve amenazado el estilo de vida
que creó con tanto cuidado. Esto puede suceder cuando un cónyuge se
desespera y se va, cuando un jefe decide despedir al empleado problemático o
cuando existe una acumulación de sucesos estresantes que hacen posibles el
desempeño normal.
Rasgos clínicos del trastorno de la personalidad obsesivo – compulsivo
Una persona que tiene varias de estas características se puede considerar que
tiene una personalidad obsesiva – compulsiva.
1. Perfeccionismo que interfiere en la realización de las tareas.
2. Preocupación por los detalles, normas, listas y horarios.
3. Negación a delegar las tareas o a trabajar con otras a menos que se apeguen
a su forma de hacer las cosas.
4. Devoción excesiva al trabajo y a la productividad hasta el punto de excluir las
actividades de descanso y amistades.
5. Exceso de consciencia e inflexibilidad para asuntos de la moral o ética.
6. Expresión ilimitada de las emociones cálidas.
7. El dinero se considera como algo que representa una seguridad para las
catástrofes futuras y el gasto en sí mismo u otras personas es muy limitado.
8. Incapacidad para desechar objetos desgastados o sin valor, aún cuando no
tienen valor sentimental.
9. Comportamiento que por lo general es rígido y obstinado.
6. Trastorno de la personalidad pasiva – agresiva
Los individuos que sufren este tipo de trastorno de la personalidad suelen
resistirse a las demandas de desempeño adecuado, tanto en el trabajo como en
su vida social.
A pesar que tienen la capacidad de comportarse de manera más efectiva,
sabotean sus logros por medio de la dilatación, la ineficacia intencional, la
obstinación y el olvido.
Como su nombre lo sugiere, las personalidades pasivas – agresivas se resienten
por las demandas que se les hacen, pero en lugar de expresar estos sentimientos
de manera directa, reflejan su enojo por medio de la resistencia pasiva y el
impedimento del logro de los objetivos.
Por ejemplo, si un supervisor le pide a una persona pasiva – agresiva (empleado),
que le haga un informe complejo para el día siguiente en la mañana, es más
probable que extravíe algunos de los datos que se necesitan, en lugar de decir a
su supervisor en forma directa que su petición no es razonable.
El comportamiento de un individuo pasivo – agresivo se puede comparar con una
situación que suele encontrarse en la crianza de los hijos. El niño lleva a los
padres hasta el límite del control y después retrocede a tiempo para evitar el
regaño.
Al igual que el niño, el individuo pasivo – agresivo es en extremo sensible a los
límites de los demás y llega hasta éstos pero no los traspasa.
Los mecanismos de afrontamiento pasivos – agresivos por lo general no son una
forma efectiva de vivir, pero los individuos de este tipo, parecen no darse cuenta
de que su propio comportamiento contribuye a hacer las situaciones más difíciles.
Rasgos clínicos del trastorno de la personalidad pasiva – agresiva
Una persona que tiene varias de esta características se puede considerar que
padece un trastorno de la personalidad pasiva – agresiva.
1. Demora la realización de las tareas rutinarias que necesita llevar a cabo, en
especial aquéllas que alguien más solicita.
2. Se enoja, irrita o discute cuando alguien le pide que haga algo que no quiere
realizar.
3. Parece trabajar con mayor lentitud en forma deliberada o no hace un buen
trabajo cuando se trata de tareas que no quiere realizar.
4. Protesta, sin justificación alguna, porque otras hacen peticiones irracionales.
5. Evita las obligaciones al aducir que se le olvidan.
6. No cumple con su parte del trabajo y así obstaculiza los esfuerzos de los
demás.
7. Critica o desprecia a las personas que ocupan posiciones de poder en un
grado irracional.
7. Conclusión
Al concluir este trabajo, hemos tenido la oportunidad de conocer el papel que
pueden jugar los diferentes tipos de trastorno de personalidad en nuestra vida y
como pueden en ocasiones provocar gran tensión a las personas afectadas, lo
cual les parece difícil cambiar su forma de pensar sobre las situaciones que viven
y responder ante estos.
También de como los problemas clínicos se intensifican cuando, como es casi
siempre el caso, la persona no considera sus patrones de comportamiento
inadaptados o indeseables, aun cuando las consecuencias desagradables y
contraproducentes de esas conductas sean obvias para los demás.
8. Bibliografía
1. Irwin G. Sarason, Psicología anormal, problema de la conducta inadaptada,
Séptima edición.
2. Irwin G. Sarason, Psicología anormal, problemas de la conducta
desadaptadas, editorial Trillas México 1980, primera edición.
3. John M. Clerghorn, Enfermedades mentales, Editorial el manual moderno S.A
de C.V México.
4. Marck R. Rosenzueig, Psicopatología fisiológica, Mcgraw-Hill segunda
edición.
5. Neil R Carbon, Psicología Fisiológica, editorial México tercera edición.

MADUREZ EMOCIONAL EN EL DESARROLLO INFANTIL.. Fanny Vanessa Verano Hidalgo

Fanny Vanessa Verano Hidalgo

EL CASTIGO COMO TÉCNICA DE MODIFICACIÒN DE CONDUCTA INFANTIL.
El Castigo en sentido técnico se refiere sólo a la operación empírica
(presentación o retiro de eventos) que reduce la frecuencia de aparición de una
respuesta, y no siempre comprende dolor físico. (Kazdin, 1971) Sin duda, los
eventos dolorosos (como las tundas) pueden no disminuir las respuestas para las
que se diseñaron como castigo, sino más bien aumentar la frecuencia de aparición
de las respuestas a castigar, así como también provocar la aparición de otras
respuestas disruptivas. De manera que el Castigo es un procedimiento de
modificación de conductas.
Desde hace muchos años, y desde la perspectiva cognitivo-conductual, no está
indicado el castigo físico como método de modificación de conductas en los niños,
y este criterio es compartido por el autor, para quien el castigo físico por una parte
representa un irrespeto absoluto a los derechos humanos y sobre todo de los
niños, y por otra ha demostrado hasta el cansancio que no tiene poder para
corregir conductas disruptivas en los niños.
Sin embargo, para propósitos del tema, se tocarán todos los tipos de castigo
que existen en la literatura psicológica.
Tipos de castigo.
En la modificación conductual se han desarrollado muchas formas de castigo
con base en si se presentan eventos aversivos, se retiran eventos positivos, o se
requiere esfuerzo o trabajo por parte del sujeto después de la ejecución de
determinada conducta.
Presentación de eventos aversivos:
Después que se ha realizado una respuesta, puede aplicarse un evento
aversivo como una tunda o una reprimenda. Existen dos tipos de eventos
aversivos: estímulos aversivos primarios y secundarios (o condicionados). Los
eventos aversivos primarios lo son de manera inherente, por ejemplo, un choque
eléctrico, ataque físico intenso, luces brillantes y ruidos fuertes son estímulos
aversivos primarios y sus propiedades aversivas no son aprendidas. Los estímulos
aversivos secundarios o condicionados, adquieren sus propiedades aversivas al
apareárseles (relacionárseles) con otros eventos aversivos como dolor físico o
pérdida de privilegios.
Los estímulos aversivos secundarios incluyen gestos, cabeceos, fruncimiento
de ceño y boletas de tránsito.
1- Afirmaciones verbales:
Las afirmaciones verbales en forma de reprimendas, advertencias, desaprobación,
decir no, y las amenazas, suelen emplearse en las interacciones cotidianas entre
maestro y alumno, padre e hijo y entre hermanos, esposos, amigos y enemigos.
De manera ocasional, las afirmaciones verbales se han utilizado para suprimir
conducta en investigación aplicada, por ejemplo, las reprimendas y las
afirmaciones de desaprobación se han aplicado en escenarios de salón de clases
para reducir el juego durante las lecciones, estar fuera de su lugar, hablar sin
permiso y otras conductas desorganizantes. (Hall y col, 1971)
La manera en que se hacen las afirmaciones verbales puede afectar su
efectividad, por ejemplo, en aplicaciones de salón de clases, las reprimendas son
más efectivas para suprimir la conducta infantil cuando se acompañan por una
mirada directa y se le sujeta.
El castigo verbal tiene probabilidad de perder su efectividad con el tiempo, por
ejemplo, en ocasiones se han empleado amenazas para suprimir conductas,
cuando éstas indican que seguirá alguna otra consecuencia aversiva, se tornan
eventos aversivos condicionados ya sea que la conducta se ejecute o no. Cuando
las amenazas son vanas (no respaldadas por la consecuencia amenazada)
tienden a perder su efecto con rapidez. (Kazdin, 1971)
2- Choque eléctrico:
El choque eléctrico es otro evento aversivo que puede presentarse después de la
conducta, se emplea rara vez, sólo se ha restringido a personas involucradas en
conductas peligrosas para sí mismos o para los demás, y que no han respondido a
otros procedimientos. Cuando se utiliza el choque eléctrico en esas situaciones
extraordinarias, por lo común se hace brevemente en un dedo o el brazo,
produciendo una rápida y notable supresión de la conducta. En la actualidad no se
usa, en parte debido a que su uso hace surgir tópicos éticos y legales pero
también porque se hallan disponibles otras alternativas menos objetables pero
efectivas.
Retiro de consecuencias positivas
El castigo a menudo toma la forma de retiro de eventos positivos en lugar de
presentación de estímulos aversivos posteriores a la conducta. Los ejemplos
familiares comprenden pérdida de privilegios, dinero, o al permiso de conducir
después de la conducta. Los eventos valorados de manera positiva y que incluso
pueden actuar como reforzadores positivos, son retirados como una forma de
penalización. Las dos técnicas principales son el tiempo fuera de reforzamiento y
el costo de respuesta.
1- Tiempo fuera de reforzamiento:
El tiempo fuera se refiere al retiro de todos los reforzadores positivos durante
un período determinado. Durante el intervalo de tiempo fuera, el sujeto no tiene
acceso a los reforzadores positivos que se encuentran disponibles normalmente
en el escenario. Por ejemplo, en una clase puede aislarse a un niño de los demás
durante 10 minutos; en este tiempo, no tendrá acceso a interactuar con sus
compañeros, actividades, privilegios, ni otros reforzadores que por lo común se
hallan disponibles.
El tiempo fuera ha sido muy efectivo para modificar diversas conductas,
incluyendo el discurso psicótico, accidentes al ir al baño, succionarse el pulgar, y
conducta autoestimulante y autopunitiva. (Hobbs y Forehand, 1977).
Las ventajas obvias del tiempo fuera son la duración relativamente breve y la
ausencia de dolor.
2- Costo de respuesta:
El costo de respuesta se refiere a la pérdida de un reforzador positivo.
Requiere una penalización de alguna clase, por lo general en forma de multa. Los
ejemplos del costo de respuesta en la vida diaria adulta comprenden multas por
violaciones de tránsito, cargo por “mora”, cargo por cheques que “rebotan” etc; en
la vida diaria infantil comprenden quedarse sin ver la televisión, sin jugar, sin usar
el ordenador debido al no cumplimiento de normas establecidas. Así mismo en el
ámbito escolar incluye la pérdida del receso, paseos y otras actividades
extracurriculares.
Consecuencias punitivas basadas en el esfuerzo
Como consecuencia para la conducta indeseable puede pedírsele a un sujeto
que participe en respuestas que implican trabajo o esfuerzo. Esto es distinto de
presentarle un estímulo aversivo (por ejemplo, reprimenda) o retirarle un evento
positivo (por ejemplo, costo de respuesta), aquí se le pide que se involucre en
conducta aversiva.
Sobrecorreción:
Con la sobrecorrección, la penalización por participar en una conducta no
deseada es llevar a cabo algunas otras conductas en la situación dada, pueden
distinguirse dos componentes de la sobrecorrección: el primero denominado
restitución, que consiste en corregir los defectos ambientales de la conducta
inapropiada. Así, si un niño tira comida en la mesa del comedor, se le pedirá
limpiarla completamente. El segundo componente, llamado práctica positiva,
consiste en practicar de manera repetitiva la conducta adecuada, por ejemplo, se
le pedirá al niño colocar la comida en su plato de modo adecuado varias veces en
hilera y quizá también servir la comida a otros. Estas respuestas son algunas de
las formas “correctas” de servir y manejar alimentos en la mesa.
La restitución y la práctica positiva en ocasiones se combinan y otras se emplean
solas, dependiendo de las conductas a suprimirse.
La sobrecorrección sola o en combinación con otros procedimientos ha
modificado una variedad de conductas como accidentes en el control de esfínteres,
actos agresivos, conductas autoestimulantes, berrinches, morderse las uñas y
modales en la mesa. (Foxx y Bechtel, 1983). Los resultados de unos cuantos
minutos de entrenamiento correctivo después de la conducta deseada han
conducido a efectos terapéuticos rápidos y duraderos.
El procedimiento preciso de castigo seleccionado en cualquier instancia puede
estar determinado por varias consideraciones, a saber, la gravedad de la conducta,
el peligro para el sujeto y los demás, la facilidad de poner en práctica el
procedimiento en un escenario en particular, y el entrenamiento necesario de la(s)
persona(s) que aplican el proceso de modificación conductual.
Sea cualquiera el castigo a utilizar, se deben seguir una serie de reglas o
principios para que sea efectivo (Moles, 1994), éstas son:
1.Debe informarse al sujeto cual o cuales van a ser específicamente las conductas
a castigarse.
2.Debe igualmente informársele de cual será el castigo a la conducta en cuestión.
3.Una vez cumplidos los puntos anteriores, se ofrecerá el castigo en la primera
oportunidad que el sujeto emita la conducta y cada vez que lo haga. Esto implica
que se debe castigar siempre y no a veces.
4.El castigo debe ser contingente a la conducta, y por lo tanto al igual que el
reforzamiento debe tener una latencia corta. Es decir la aplicación del castigo
debe ser lo más próximo posible (en tiempo) a la emisión de la conducta en
cuestión.
5.El castigo debe ser siempre de la misma intensidad y no depender del estado
emocional de quién lo aplica.
6.Al igual que con los refuerzos no se debe generalizar el castigo, debe ser de
forma individual y dependiendo de las características de cada sujeto.
Los especialistas en las técnicas de modificación de conductas se han
preocupado por el mal uso y abuso que se hace del castigo, ya que esto favorece
problemas en niños y adolescentes. Por ejemplo, las familias de niños que se
desvían del patrón tienden a utilizar castigo más estricto y frecuente que las
familias de niños que se desenvuelven bien en la vida cotidiana (Kazdin, 1987). El
castigo más frecuente no se asocia con mejor conducta, en verdad, tanto el
castigo físico como verbal (reprimendas) pueden incrementar las propias
conductas (desobediencia, agresión) que los padres, maestros y otras personas
desean suprimir. Por desgracia el viejo adagio “dispense la vara y eche a perder al
niño”, todavía tiene muchos adeptos, esto es desafortunado porque también
podría sostenerse una sentencia opuesta, “use la vara y eche a perder al niño”.

MADUREZ EMOCIONAL EN EL DESARROLLO INFANTIL... Fanny Vanessa Verano Hidalgo



Fanny Vanessa Verano Hidalgo



MADUREZ EMOCIONAL EN EL DESARROLLO INFANTIL

Durante mucho tiempo, el hombre a tratado de definir y aclarar un ideal de desarrollo,
un ideal de madurez, visto en sus inicios como el cambio y la evolución física a la cual
posteriormente se le anexarían otras cualidades y habilidades.
Surgen así diferentes conceptos y teorías que tratan de englobar las características de
un ser humano funcionando óptimamente, el cual no sólo poseía destrezas físicas, sino
también destrezas en otros niveles, que le permitirían vivir en sociedad y funcionar
efectivamente en ella. Es así como surgen los conceptos de madurez e inteligencia
emocional, partiendo de los modelos postulados, en un inicio por el humanismo
renacentista, cuyo concepto de madurez se hallaba firmemente representado por una
personalidad moderada, respetuosa, autocontrolada, modesta, sabia y libre de avaricia
y afán de prestigio.
Posterior a ello, surge el concepto de autorrealizacoión, el cual parte del presupuesto
de que el hombre lleva en su interior una inspiración a dirigirse hacia significados,
valores y metas y a traspasar de este modo las fronteras existentes, lo cual equivale a
una máxima realización de las potencialidades únicas e irrepetibles de la persona
(Maslow, 1983)
Con el paso del tiempo y el incremento de la s investigaciones en un afán por aclarar
estos conceptos, surgen teorías más elaboradas como la de Steiner (1998), quien
señala que la educación emocional y por la tanto, la madurez emocional, están
conformadas por 3 capacidades:
- La capacidad para comprender las emociones.
- La capacidad para expresarlas de una manera productiva y
- La capacidad para escuchar a los demás y sentir empatía respecto de sus emociones.
Estas 3 capacidades juntas, nos permiten mejorar nuestro desarrollo personal y calidad
de vida conjuntamente con la manera de relacionarnos con otros, además crean
posibilidades afectivas entre personas, hacen más cooperativo el trabajo y facilitan el
sentimiento de comunidad.
Sin embargo, hoy en día es más probable encontrarnos con personas que sean en
extremos sensibles y vulnerables o por el contrario, bastante rígidas e incluso hasta
inflexibles, en el caso de las últimas, todo este esmero por evitar expresar y sentir
emociones, podría tener su inicio en la infancia, cuando frente a situaciones dolorosas
como el desinterés de nuestros padres, las burlas escolares y diversas tensiones
emocionales, en los cuales se niega el afecto necesitado y sólo se proporciona para
manipular nuestro comportamiento, en el cual se nos concede si somos "buenos" y se
nos retira si somos "malos". Lo que nos va condicionando silenciosamente para ocultar
lo que sentimos y deseamos.
Para Steiner, la madurez emocional está dada por una capacidad que nos permite
actuar de manera inteligente ante situaciones que podrían depararnos gran tensión.
Para ello, debemos adquirir las siguientes habilidades:
1. Conocer nuestros propios sentimientos: como lo pueden ser el amor, la vergüenza o
el orgullo y explicar por qué es que se dan en cada uno de nosotros, buscado entender
la intensidad que poseen categorizándolos por ejemplo en pequeñas escalas (como del
1 al 10).
2. Experimentar empatía: lo cual involucra reconocer los sentimientos que las demás
personas, comprender por qué se sienten así; en resumen, sentir con los demás y
experimentar con las emociones de los otros como si fueran nuestras
3. Aprender a manejar nuestras emociones: lo cual implica controlarlas y saber cuándo
y cómo expresarlas y de qué manera afecta a los demás. Es necesario saber cómo
formar nuestros sentimientos positivos como por ejemplo la esperanza, el amor y la
alegría así como aprender la manera más adecuada de expresar nuestras emociones
negativas tales como el enojo, el temor o la culpa de una manera inofensiva y
productiva y cuando no debemos expresarlas.
4. Reparar el daño emocional: que conlleva a disculparse con otros cuando cometemos
errores emocionales y herimos a otros
5. Combinarlo todo: ello implica una interactividad emocional que nos permite captar los
sentimientos de quienes nos rodean y darnos cuenta de sus estados emocionales para
interactuar con ellos de manera afectiva.
Todo ello se puede lograr a través de un entrenamiento, el cual consiste en 3 etapas.
Etapa uno: Abrir el corazón:
1.- Acariciar
2.- Pedir caricias
3.- Aceptar y rechazar caricias
4.- Acariciarnos a nosotros mismos
Etapa dos: Examinar el panorama emocional:
5.- Afirmaciones de acción/ sentimiento
6.- Aceptar las afirmaciones de acción/ sentimiento
7.- Expresar nuestras intuiciones.
8.- Convalidar nuestras intuiciones.
Etapa tres: Hacerse responsable:
9.- Disculparse por los errores.
10.- Aceptar o rechazar disculpas
11.- Pedir perdón
12.- Dar o negar el perdón.
Conforme han ido avanzando las investigaciones, también se ha formulado un
concepto más elaborado, el de inteligencia emocional, siendo uno delos estudios más
representativos el realizado por Bar – on, quien creó una escala para medir la
inteligencia emocional basado en 5 componentes principales que a su vez se
subdividen en 15:
A. Componentes intrapersonales:
1. Conocimiento emociona de sí mismo.
2. Seguridad.
3. Autoestima
4. Autorrealización
5. Independencia
B. Componentes interpersonales:
6. Relaciones interpersonales.
7. responsabilidad social
8. Empatía
C. Componentes de adaptabilidad:
9. Solución de problemas
10. Prueba de la realidad.
11. Flexibilidad
D. Componentes de manejo de tensión:
12. Tolerancia a la tensión
13. Control de impulsos
E. Componentes del estado de ánimo general:
14. Felicidad
15. Optimismo.
Todos ellos, desarrollados apropiadamente, garantizarían a la persona el éxito en las
relaciones interpersonales, lo cual se vería extendido a otras áreas de su vida como la
familiar y laboral.
Bar – on señala que en muchos casos, resulta más importante una inteligencia
emocional alta que un coeficiente intelectual alto, ya sea para desarrollarse
adecuadamente dentro de un ambiente laboral, así como para tomar importantes
decisiones en la vida como la elección una pareja, entre otros.
LA EDUCACIÓN EMOCIONAL Y LOS NIÑOS:
La educación emocional se desarrolla mejor durante la infancia, época en la cual, la
información se aprende a través del ejemplo.
Durante este periodo crítico de aprendizaje, los niños establecen sus actitudes, pueden
considerarse buenos o malos, hábiles o torpes, felices o infelices, etc. También en esta
etapa, los niños adquieren hábitos emocionales que coinciden con la visión que tienen
de ellos mismos, ser comportan siguiendo ciertas líneas y son tomados por los adultos
como tales.
La mayor parte de modelos de conducta, se aprenden de los padres y las demás
personas que rodean al niño, conllevando a un determinado tipo de conducta cuya
duración dependerá del tratamiento que se le de. En el cual, si los padres son maduros
e inteligentes emocionalmente, el niño recibirá mensajes positivos que le permitan
entender las consecuencias de sus conductas y por qué estas son o no favorables ; en
caso contrario, si se es inmaduro emocionalmente probablemente se recurra a métodos
tales como los gritos o agresiones físicas para corregirlos.
Los niños se irán formando en la madurez emocional a medida que los padres la
enseñen y la practiquen con ellos, teniendo en cuenta losa aspectos anteriormente
mencionados, tales como abrir el corazón, evitar los juegos de poder (abusar de la
autoridad, maltratarlos y manipularlos a través del miedo), ser sinceros, evitar el control
excesivo (ser rígido), comprender los temores de los niños, alentar los recursos
emocionalmente cultivados, enseñarles autodefensa emocional (decir lo que le gusta o
desagrada – asertividad) y ser paciente.
Además, los padres deben tener siempre presente, que los niños aprenden poco a
poco y que ellos son la principal fuente de información, es allí donde radica la
importancia de formarse y educarse para poder adquirir una mejor madurez emocional,
que les permita transmitir todo ello a sus hijos, habilidades que no sólo le servirán para
desenvolverse en la escuela y tener amigos, sino para toda la vida.
Bibliografía
- Jourard, M. Landsman, T. 1998. La personalidad Saludable. México D.F.: Trillas.
- Steiner, C. 1998.La Educación Emocional. Buenos Aires: Avon Books.
- Zacarés, J. Serna, E. 1998. La Madurez personal: perspectivas desde la
Psicología. Madrid: Pirámide.
http://grupos.emagister.com/ficheros/vcruzada?fdwn=1&idGrupo=1289&idFichero=880573